El médico investigador del Instituto de Salud Socioambiental, Facundo Fernández, habló sobre la investigación que muestra la diferencia que existe entre la cantidad de jóvenes que enferman y mueren de cáncer en los pueblos cercanos a las áreas tratadas con agro tóxicos en relación al resto del país.
“El trabajo que nosotros hicimos durante el 2010/2019 se llamó Campamento Sanitario, donde recorríamos distintas localidades de la zona centro del país, empezamos con Santa Fe, pero después el trabajo se extendió a Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba”, inició el médico investigador Facundo Fernández.
Asimismo, el miembro del Instituto de Salud Socioambiental, contó: “Lo que hacíamos era construir los perfiles de salud de esa localidad, cuáles eran los problemas de salud agudos crónicos, cuáles eran las causas de muerte más relevantes y a partir de ahí se compartía la información con la comunidad para que puedan tomar decisiones a partir de los datos de cada localidad”.
“Este recorrido duró diez años, donde recorrimos cuarenta localidades y desde la pandemia, que estuvimos imposibilitados de hacer los campamentos por algunas decisiones de la gestión de la facultad, decidimos empezar a proyectar esta información que habíamos construido durante todos estos años”, detalló.
En este sentido, indicó: “Elaboramos este primer trabajo científico con los resultados de cada una de las localidades. La decisión de tomar ese problema de salud como es el cáncer en la población de jóvenes surgió porque era lo que más aparecía en el relato de las comunidades, de la gente que nosotros entrevistábamos”. “Fuimos a buscar esa información a ocho localidades con la población específica del sur y centro de la provincia de Santa Fe para que la localización territorial y las problemáticas ambientales sean homogéneas. De esa manera, encontramos que en esa población joven que nosotros habíamos entrevistado la mortalidad por cáncer era mayor que en el resto del país”, señaló.
“Como las comunidades nos decían que había más muertes por cáncer en población joven, nosotros lo constatamos estadísticamente y nos dimos cuenta de que fehacientemente era así. Lo que hicimos no fue más que respaldar lo que las comunidades venían identificando”, afirmó Fernández.
Para cerrar, confirmó los hallazgos del largo trabajo realizado: “Las diferencias eran relevantes. En la población general, tomando el total de la población, las probabilidades de padecer cáncer es 66 por ciento más alta que la del resto del país y la mortalidad, la probabilidad de morir por cáncer en población de 15 a 45 años (población joven), era 2,5 veces mayor”.
“Es decir, por cada muerte de cáncer que hay en el país hay 2,5 veces en estas localidades. Lamentablemente, los resultados son aplanadores y, como decimos nosotros, es el dato que no queremos comunicar, pero es lo que encontramos y lo que refleja la comunidad”, concluyó.